Sábado, 14 de septiembre de 2013. Esa era la fecha que podría haber marcado una bisagra en la carrera de Canelo Álvarez, un Canelo que comenzaba a pisar fuerte en el panorama internacional. Esa noche, el destino lo cruzó con el imbatible Floyd Mayweather, con quién mediría su fuerza y técnica en el MGM Grand Garden Arena de Las Vegas. Los jueces determinaron por decisión mayoritaria que el estadounidense era el vencedor, lo que rompió el invicto del mexicano que, hasta estos días, no habría dejado atrás la fatídica jornada.
En alguna que otra ocasión, el boxeador de 32 años recordó el enfrentamiento contra “Money”, pero nunca se habían conocido los detalles privados que se vivieron en el vestuario se habían transformado en una especie de secreto que, casi diez años más tarde, el padre de su preparador Eddy Reynoso, Chepo Reynoso, rompió al contar que Canelo Álvarez hasta había llegado a llorar abrazado a su equipo al perder su batalla número 44.
“Nada más nos quedamos mi hijo, Canelo y yo. Nada más los tres que somos el equipo. Nos apartamos, nos abrazamos y se puede decir que hasta lloramos”, reveló el Reynoso en una charla especial que brindó en la Asociación Española de Boxeo. Y es que el preparador físico no solo reparó en el dolor de la derrota de Canelo Álvarez y la pérdida de su racha ganadora, debido a que la tristeza que inundó a todo México que esperaba ver ganar al luchador tapatío también les había pasado factura.
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Si bien es cierto que ha transcurrido más de una década que resultó más que gloriosa para el púgil mexicano, la realidad es que el campeón siempre ha querido volver a enfrentarse a Mayweather. Sin embargo, este sería su sueño frustrado, ya que el retiro y las negativas del exboxeador eliminaron la posibilidad de tener una segunda parte del combate.
“No solamente el Canelo, todo el equipo tenemos la espinita”, confesó Chepo Reynoso al develar que Canelo Álvarez y su equipo habrían intentado convencer a Floyd de regresar al ring. Aunque sería una misión imposible, porque el exboxeador dejó en claro que no tiene ningún tipo de simpatía por el mexicano.